Pierre Joseph Proudhon


Pierre Joseph Proudhon
(1809 – 1864)

El controvertido teórico político francés, por muchos considerado como el padre del anarquismo, nació en el año de 1809 en Besancon. De familia humilde hizo sus estudios a la vez que se ocupaba en los labores del campo. En 1827 se coloco como tipógrafo para mantener a su familia. A causa del paro tuvo que trasladarse a otros lugares, entre ellos París. En 1839 se juro a si mismo permanecer fiel a la clase obrera y luchar sin descanso para la elevación intelectual de los que llamaba sus hermanos y compañeros.

Su obra resulto inseparable de su vida. Su figura atractiva, de sinceridad campesina, ha sido un tanto desfigurada a causa del famoso ataque de Karl Marx, quien escribió “Miseria de la filosofía” como replica al “Sistema de las contradicciones económicas o Filosofía de la miseria” de Proudhon, ataque debido, muy probablemente, a pesar de la amistad que hasta entonces le había ligado con Proudhon, a sus celos ante la creciente influencia de Proudhon en los medios obreros. En 1848 Proudhon fue elegido para la Asamblea Nacional, aunque no lograra hacerse oír en ella. Sus violentos escritos contra el futuro de Napoleón III le llevaron durante tres años a prisión. Su pensamiento se caracteriza por haberse formado en una Francia todavía artesanal y campesina, anterior a la expansión industrial del segundo Imperio.

No es extraño que en su obra sean, por tanto, relativamente frecuentes las contradicciones económicas. Su modo de expresarse mediante fórmulas breves y tajantes produjo con frecuencia escándalo, no siempre justificado, ya que no tenía presente la matización que otras frases añadían. No resulta fácil por eso distinguir el proudhonismo de las leyendas que lo tergiversaron. En realidad, cuando escribe “la propiedad es un robo” lo que critica no es tanto la propiedad como su mal uso. Exalta la guerra pero, al mismo tiempo, afirma que contiene un elemento bestial. No resulta extraño, pues, que algunos le considerasen adversario de la revolución y otros el maestro de lo que hubiera debido ser el socialismo francés si no se hubiera desviado por la senda del marxismo. Según Proudhon, el problema social no es asunto político, sino científico. La Economía es la ciencia clave: “La política es hoy la Economía política” (La guerre et la paix, París 1861). Desconfía, por tanto, de la democracia parlamentaria. Para él, la verdadera democracia de demopedia, educación del pueblo (La révolution sociale demontre par le coup d’Etat, Paris 1852). En 1848 pensaba que éste no estaba preparado para la revolución; aceptó el golpe de estado de Napoleón porque pensaba que la única revolución importante era la económica y social. El nuevo régimen político, siendo inesencial, podía llevar a cabo aquella. Con Saint-Simon, Fourier y otros contribuyó a divulgar el argumento de que los regímenes autoritarios pueden favorecer el desarrollo económico. Pero no creía que la dictadura política constituye un medio necesario. En todo caso, los sindicalistas franceses heredaron su desconfianza en la democracia y en el sufragio universal. Pero él desconfiaba aún más del Estado centralizador y burocrático, llegando a sostener la posibilidad de una sociedad anárquica en que el poder político de los trabajadores fuese sustituido por acuerdos libres entre éstos; critica, en consecuencia, a Rousseau, que “habla exclusivamente de derechos políticos y no reconoce derechos económicos”. Rechaza cualquier autoridad. Libertad e igualdad, dice, se hallan en el mismo plano: “la igualdad de condiciones, he aquí la sanción de esta ley”. Sólo la solidaridad fraternal puede mantener el equilibrio libertad-igualdad. Deduce así una doctrina mutualista. El proudhonismo constituye, a su manera, un humanismo, basado en la idea de justicia, que en él adquiere sentido revolucionario: “Las revoluciones son las sucesivas manifestaciones de la justicia de la humanidad”. Y aquélla no es sino “el respeto espontáneamente sentido y recíprocamente garantizado, de la dignidad humana en cualquier persona y en cualquier circunstancia en que se encuentre comprometida y en cualquier riesgo a que su defensa nos exponga”.

Si el sistema de Proudhon puede ser calificado de un humanismo, es necesario, no obstante, añadir que se trata de un humanismo ateo. Situándose en la línea del positivismo sociológico, considera a la religión sólo bajo el prisma de su función social, reduciéndola a un componente más del dinamismo sociológico. De ahí que su humanismo encierra en realidad al hombre en un horizonte meramente terreno, con todas las deformaciones que, también en el campo sociológico, de ahí derivan. Tiene palabras de aprecio para la labor histórica del cristianismo, pero postula su superación para dar paso a una ética nueva; desarrolló de echo una fuerte polémica anticristiana.

Su obra El principio federativo, escrita durante la década de 1860, constituye un invaluable tesoro de información para todos aquellos interesados en indagar sobre otras alternativas viables de organización social que pongan freno a la barbarie autoritaria del capitalismo salvaje.


Condenas:

En marzo de 1849 es condenado por vez primera a tres años de cárcel. La Asamblea desatendió la inmunidad parlamentaria de la que debía gozar como diputado.

Recurre pero la sentencia es inapelable, huye hasta frontera belga, haciéndose pasar por Dupuis, magistrado retirado. Pero vuelve a París a escondidas para liquidar el Banco del Pueblo a fin de evitar que cayese en manos antirrevolucionarias. En Julio de 1848 en la plaza Lafayette es detenido e ingresado en la cárcel.


En la obra “Manuel du speculateur a la Bourse” analiza las fases del capitalismo:

- Descontrol industrial.

- Feudalismo industrial.

- Imperialismo industrial. Con sus tres fases:

- Apogeo de la crisis.

- Punto cumbre.

- Cesarismo económico.


Pasajes:

- « Du principe federatif et de la necessité de reconstituer le parti de la révolution. »

- « Quien dice libertad, dice federación o no dice nada ; quien dice socialismo dice federación o no dice nada; quien dice república dice federación o no dice nada. Puede reducirse a esto: Federación política o descentralización.

- En el año de su muerte: 1864 dicta desde su lecho la obra: “De la capacité politique des classe ouvrieres”.

Muere el día 19 de Diciembre en Passy a los 55 años de edad.