El Anarquismo en Colombia



El ANARQUISMO EN COLOMBIA
(Publicado en CNT Octubre 1998)

Colombia es un país que, cuando es mencionado, evoca imágenes de violencia y narcotráfico y aunque hay bastante más que este estereotipo (a pesar de su reciente historia turbulenta) muestra pocos signo de cambio. Hay unas cinco organizaciones militares operando aquí en una base diaria: En la esfera de la guerrilla está las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), el ELN (Ejército de Liberación Nacional) y el EPL (Ejército de Liberación Popular) que, conjuntamente, pueden contar con unos 20.000 miembros activos según las estimaciones oficiales y cuyo financiamiento viene del secuestro, las drogas y el chantaje a grandes compañías petrolíferas que tienen intereses en la región. Al otro lado, el gobierno, está el Ejército Nacional Colombiano (que se ve incapaz de tratar con la 'subversión') y los grupos paramilitares mucho más activos que, una vez habiendose hecho independientes de los que los establecieron, (el gobierno colombiano), operan de una forma autónoma llevando a cabo numerosas y obscenas masacres entre las poblaciones de las que sospechan que han dado cualquier tipo de apoyo a las guerrillas.

El gobierno, por su parte, sigue con sus políticas económicas; Estas son liberales o (como en el caso de la reciente victoria del amigo corrupto de Aznar, Andrés Pastrana) conservadores como lo reflejan los que tienen el poder, el resultado es siempre lo mismo: políticas neoliberales que implementan al pie de la letra las "recomendaciones" del Banco Mundial y el FMI y que arrastran las políticas antidrogas que deben certificarse anualmente para conseguir los fondos gringos que van con ellas. Como consecuencia, las tierras indias son arruinadas sin vergüenza y las clases populares viven en un estado continuo de crisis del cual no pueden ver luz al final del túnel. Sorprendentemente, los colombianos viven en esperanza al ritmo de la música "vallenato" y con una gran pasión por la vida para sobrevivir lo mejor que puedan en una situación tan tempestuosa.

En estas exuberantes tierras hubo en su tiempo una presencia libertaria bien fundada que hoy, décadas más tarde, trata de revivirse y sus ideas están otra vez en circulación por aquellos que, en nuestros tiempos, osan atestiguar el pasado.

El ANARQUISMO EN COLOMBIA

Las primeras referencias adecuadas al libertarianismo pueden encontrase en la segunda mitad del último siglo con la llegada a la costa de las obras de Proudhon. Ésta fue una época que también vio la llegada del joven Elisée Reclus con ánimo de fundar una colonia que no tuvo éxito. Al final del siglo XIX las huelgas importantes de los artesanos vieron una presencia libertaria y por un tiempo pusieron a funcionar una comuna autogestionada fundada por J. Albarracín. En 1910 apareció el primer número de Ravachol - una publicación que logró alguna influencia entre los artesanos y en círculos de la clase obrera. Otras publicaciones de la época con influencias libertarias fueron Trofeos (1908), Crepúsculo (1910-11), El Obrero (1912-16) y Paz y Amor (1913). La costa atlántica fue la escena, de 1918 hacia adelante, de diversas huelgas que mostraron signos definidos de actividad anarquista: Acción directa, sabotaje, control efectivo de delegados por las bases, huelgas de solidaridad, etcétera. En los 1920s hubo un notable incremento de acciones ocasionado por la llegada de muchos inmigrantes anarquistas de Europa y que vio tres congresos importantes de trabajadores con una dosis significante de libertarianismo y la aparición de nuevos grupos tales como "Antorcha Libertaria" (Bogotá), "Via Libre" (Barranquilla), "Grupo Libertario" (Santa Marta) y la importante Federacion Obrera de Litoral Atlantico (FOLA) que logró unir 16 sindicatos del área. Entre otros aparecieron publicaciones como La Voz Popular, La Antorcha, El Sindicalista, Pensamiento y Voluntad, etcétera.

En una era que vio mucho de activismo hubo muchas protestas y huelgas. Hay que mencionar el nombre de Raúl Eduardo Mahecha, un luchador libertario comprometido que estuvo detrás de un buen número de estas luchas y que puede considerarse la figura más significativa en el movimiento obrero colombiano. Otras figuras importantes serían Vargas Villa y el menos conocido Juan de Dios Romero. Otro capítulo puede escribirse acerca del "anarquista y el aventurero" (según su definición) Biófilo Panclasta, quien vio las entrañas de prisiones en numerosos países y acerca de cuya vida y leyenda muchas páginas podrían ser escritas. Baste decir, como anécdota, que las madres de Pamplona, dónde Biófilo nació, persuadían a sus niños para que comiesen su comida con las palabras, "si usted no se come su cena le traeré a Biófilo".

La intensa disminución en la influencia de ideas anarquistas sufridas en los 30s en todo lo largo del continente también puede verse en Colombia que sufrió algunas décadas de letargo del que fallaron en despertarse hasta casi nuestro tiempo.

LA SITUACIÓN HOY

Hacer propaganda anarquista en la Colombia dividida de hoy (ya sea la guerrilla o el gobierno) no es fácil. La oposición independiente no es vista favorablemente y el tipo de situación que nos confronta conduce a uno a pensar en la situación en el País Vasco. La guerra que el país ha sufrido durante décadas también afecta a los anarquistas que encuentran difícil continuar en los márgenes de este ambiente. La solución más "madura" para este problema es la constitución de una pequeña agencia urbana de la AIT llamada Alas de Xué que como grupo trata de emprender un debate y una praxis libertaria en relación a las culturas tradicionales de la población local indígena. El trabajo que los diversos miembros han hecho con las comunidades indígenas los ha informado acerca de sus prácticas comunales y las permite florecer como Flores Magón ya había hecho en México. Unas pocas formalidades tomadas de las tradiciones indígenas llegan muy cerca de la práctica anarquista (vida comunal, el concepto de autoridad, apoyo mutuo y de reciprocidad, etc.) y complementan a las ideas libertarias, usemos la palabra "clásicas", llegadas de Europa. El mismo nombre del colectivo refleja esto: Alas es una partícula que representa lo que significa libertad en el anarquismo occidental y Xué es un término Muisca que para decir "tierra", una de las deidades de los pueblos colombianos de los Andes.

Alas de Xué se hizo una realidad hacia el fin de los años ochenta en el calor de las protestas que confrontaron las celebraciones del V Centenario y organizaron la llamada 'Campaña para el auto-descubrimiento de nuestra America. 500 años de resistencia indígena, negra, popular' un movimiento al que dimos una cara libertaria. Además de esto el grupo organizó dos conferencias para estudiantes a nivel nacional que siguieron una agenda libertaria y de la cuál emergió una universidad de post-grado que utilizaba principios libertarios de la educación. Otro proyecto ha sido sacar del olvido la historia del movimiento libertario colombiano (principalmente de cómo era en los 20s) algo que hasta entonces sólo había sido tratado en el discurso marxista con todos los problemas adicionales que usted podría esperar. De todo este esfuerzo salvador vino el libro "Biófilo Panclasta, el eterno prisionero". Después de hacer algunos contactos internacionales el grupo se afilió a la AIT y desde entonces ha llevado a cabo proyectos conjuntos como, por ejemplo, la defensa de territorio Uwa de las compañías petrolíferas. La composición política del grupo (aunque siempre con una mayoría libertaria) ha resultado en los últimos años en que algunos miembros la han dejado para seguir otras rutas viéndose que las actividades del grupo han decrecido. Con ánimo de revivir la situación y generar alguna coordinación eficiente entre los diversos grupos en Colombia se decidió organizar el mayo pasado unos días con el tema: Mayo 68-98 - el espíritu vivo de anarquismo. A esta conferencia asistieron anarquistas de Bogotá, Cali y Medellin y también por libertarios de Europa y Sur América.

Los talleres llevaron lugar en algunas universidades que tenían un nivel de alto de conciencia política y donde hay un actividad política continua que ampliamente apoya a las guerrillas. Esto ha querido decir que estos lugares han atraído la atención de los grupos paramilitares. El joven anarquista Humberto Peña Taylor y numerosos activistas de grupos de derechos humanos figuran entre las víctimas de grupos paramilitares que también amenazaron con atacar la Universidad Nacional durante los días de los talleres libertarios. Hay simpatizantes libertarios en la biblioteca de la facultad de leyes en la Universidad Nacional (esta gente ayudó a organizar el acontecimiento) y hay ejemplos individuales de uno u otro grupo que forma parte de la tendencia más violenta como fue el caso de Anarquistas al Combate.

Otro de los colectivos que ayudaron a organizar el acontecimiento fueron Mujeres Libres, un grupo que está activo en el movimiento anarco-feminista. También hay anarquistas activos en el excelente grupo de teatro La Libelula Dorada algunos de cuyos miembros se juntaron para la excelente publicación libertaria "Biófilos". En la ciudad de Medellin está el Colectivo Libertario Vargas Villa que es parte de la escena musical mientras en Cali hay campañas esporádicas como cuando un perro llamado Walter fue presentado como candidato a las elecciones con afán de ridiculizarlas.

Otras campañas que han visto una influencia libertaria incluirían a la Campaña para la Objeción de Conciencia (un grupo de Bogotá y Medellin) y la escena musical en la escena hard-core-punk donde un número de grupos promociona un debate libertario que a veces tiene una cierta indefinición hacia él.

LA CUESTION INDIA

Las diversas demandas de los más de 50 grupos indígenas que componen ONIC (Organización de Indigenas de Colombia) han recibido una buena cantidad de apoyo de los anarquistas locales en estos últimos años. Hay numerosos casos de desfoliación de tierras indias por compañías internacionales que, como es el caso de la compañía española Repsol, disfrutan de la actitud benigna de las autoridades colombianas. La situación de los Uwa, una comunidad india del noroeste, es suficientemente conocida. Unos cuantos años atrás amenazaron con el suicidio colectivo (casi 5.000 personas) si la compañía petrolífera Occidental Petroleum lograba permiso para usar sus tierras para la exploración de petróleo. Para los Uwa el petróleo representa la sangre de la madre tierra y su extracción significaría su muerte y también la de su gente. La campaña tiene el apoyo de la AIT y ha tenido éxito en paralizar la explotación aunque la situación permanece sin resolver. El caso Uwa es uno de muchos. Los indígenas colombianos están amenazados de muchas formas y sus diversos organismos tradicionales han sufrido tanto por obra del gobierno como de las guerrillas en cuanto a que ambos grupos tienen un interés en controlar los recursos de sus tierras y usarlos para sus intereses respectivos.

En esta "Locombia" en dónde a fin de siglo encontramos a 5 niños callejeros muertos diariamente; donde los candidatos electorales de diversas regiones deben pedir permiso a las guerrillas para dirigir sus campañas; donde las drogas y la política van de la mano, también vemos los orígenes de un nuevo camino libertario.