1 de Mayo
“Si creéis que ahorcándonos podéis contener el movimiento obrero, ese movimiento constante en que se agitan millones de hombres que viven en la miseria, los esclavos del salario; si esperáis salvación y lo creéis, ¡Ahorcadnos! Aquí os halláis sobre un volcán, y allá y acullá y debajo y al lado y en todas partes fermenta la Revolución. Es un fuego subterráneo que todo lo mina. Vosotros no podéis entender esto. No creéis en las artes diabólicas como nuestros antecesores, pero creéis en las conspiraciones, creéis que todo esto es la obra de los conspiradores. Os asemejáis al niño que busca su imagen detrás del espejo. Lo que veis en nuestro movimiento, lo que os asusta, es el reflejo de vuestra maligna conciencia. ¿Queréis destruir a los agitadores? Pues aniquilad a los patrones que amasan sus fortunas con el trabajo de los obreros, acabad con los terratenientes que amontonan sus tesoros con las rentas que arrancan a los miserables y escuálidos labradores, suprimid las máquinas que revolucionan la industria y la agricultura, que multiplican la producción, arruinan al productor y enriquecen a las naciones; mientras el creador de todas esas cosas ande en medio, mientras el Estado prevalezca, el hambre será el suplicio social, suprimíos vosotros mismos, porque excitáis el espíritu revolucionario…
…¡Vosotros y sólo vosotros sois los conspiradores y los agitadores!
Pues permitidme que os asegure que muero feliz, porque estoy seguro de que los centenares de obreros a quienes he hablado recordaran mis palabras y cuando hayamos sido ahorcados ellos harán estallar la bomba. En esta esperanza os digo: Os desprecio; desprecio vuestro orden, vuestras leyes, vuestra fuerza, vuestra autoridad. ¡AHORCADME!”
El primero de Mayo, antes que las clases dominantes hubieran trastocado su sentido original de lucha social, aburguesándolo como simple día de descanso y vaciándolo así de su verdadero contenido por aquel que desviaría a los trabajadores de sus verdaderos intereses, conseguía; en su sentido real reivindicativo, unir a grandes masas del movimiento obrero internacional en una gran jornada y fecha clave para la manifestación.
Recuperar la memoria es el primer paso a seguir hacia la emancipación, por encima de las trabas que imponen aquellos que necesitan tener al trabajador de rodillas y así sustraer su fuerza y sangre sin inconveniente alguno.
En 1886 varios sectores de trabajadores de EE.UU. decidieron ponerse de pie, negarse a trabajar en condiciones injustas y miserables para un grupo reducido de individuos que no producían ni trabajaban.
Este levantamiento, consecuencia natural a la injusticia, fue brutalmente reprimido con el resultado del asesinato de decenas de trabajadores. Para luego continuar la brutalidad condenando a la horca a 5 trabajadores anarquistas que siguieron defendiendo fervientemente la lucha y sus reivindicaciones. Brutalidad legal, en manos del Estado.
Hoy, primero de Mayo de 2007, a 121 años, el trabajador continúa sufriendo aquellas injusticias. Hoy, más que nunca, hay que recuperar nuestro primero de mayo como lo que es: el día internacional del trabajador, día internacional de lucha; sin banderas, sin fronteras, sin himnos ni apellidos de políticos demagogos y “caritativos”.
Este día es el grito de toda la humanidad trabajadora y explotada que pretende romper las cadenas de la opresión, que pretende ser dueño de su trabajo y producto final. Así, dueño de su vida, porque en esto consistió la lucha que llevaban nuestros antepasados de Chicago y continuamos 121 años después, nosotros. Es la lucha por ser dueños de nuestras propias vidas. Es la lucha por la LIBERTAD.
He aquí el 1° de Mayo, ¡Muera el Gobierno!
El desacuerdo nos viene de las bancas del parlamento.
Muera la religión, absceso que supura.
Mueran los señores de la magistratura.
Ni consideración ni piedad; que para nuestro bien
nada sea relativo, que todo sea absoluto.
Llevemos a los tiranos derecho a la caldera.
Que por fin la materia transforme a la materia;
sólo ante la nada el hombre se somete.
¡Muera el gobierno! ¡He aquí el 1° de Mayo!
¿Por qué el 1° de Mayo? Qué importa el momento
¿Puede el hombre regular la hora del castigo?
Hemos sufrido demasiado y estamos cansados de esperar;
¡Todos los días son buenos cuando hay que defenderse!